El Templo de Kinkaku-ji, también conocido como el Pabellón Dorado, es uno de los destinos más emblemáticos de la ciudad de Tokio. Este magnífico templo budista, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, atrae a miles de visitantes cada año.
Historia
El Templo de Kinkaku-ji fue originalmente construido como una villa de retiro para Shogun Ashikaga Yoshimitsu en el siglo XIV. Tras su muerte, la estructura fue convertida en un templo de la escuela Zen Rinzai, de acuerdo a sus deseos.
Arquitectura
El pabellón de tres pisos está revestido en su totalidad con láminas de oro, lo que le otorga su característico aspecto brillante. Cada piso tiene un estilo arquitectónico distinto, reflejando la influencia del budismo, shintoísmo y la arquitectura china en su diseño.
El Jardín
El templo está rodeado por un exuberante jardín paisajístico que incluye un estanque, puentes y cuidadas zonas verdes. Los visitantes pueden pasear por este hermoso entorno natural y disfrutar de las vistas del pabellón desde diferentes ángulos.
Consejos para visitar
- Horarios: El templo está abierto al público todos los días, con horarios de visita que varían según la temporada.
- Etiqueta: Se pide a los visitantes que respeten la tranquilidad del lugar y vistan de manera adecuada, cubriendo hombros y piernas.
- Fotografías: Se pueden tomar fotos en los jardines, pero está prohibido el acceso al interior del pabellón.
Visitar el Templo de Kinkaku-ji es una experiencia inolvidable que permite sumergirse en la belleza arquitectónica y espiritual de Tokio. Si tienes la oportunidad de hacerlo, no te pierdas esta joya del patrimonio japonés.